viernes, 10 de octubre de 2008

Tiempo

Hace semanas que no veo ni hablo con nadie, el mar me escupió sobre esta playa desierta y desde entonces estoy aprendiendo a convivir conmigo mismo. Me quedan los restos de mi naufragio (cientos de botellas de Ron), y esta paradisiaca isla me provee de todo lo demás.

La marea moja mis pies, pero no tengo prisa en retirarme. El tiempo no significa lo mismo aquí, la prisa no existe y solo el instinto de supervivencia provoca que te muevas.

He asumido mi nuevo destino, y como el tiempo me sobra puedo perderlo escribiendo. Hay quien me considerará afortunado, pero tendrá que seguir el hilo de esta historia para saber si es así o no.

Y como quiero convertir esto en una colección de reflexiones, ahí va la primera, que no es mía, pero me gusta tanto que merecía este lugar:

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
como todos los jóvenes,
yo vine a llevarme la vida por delante

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Jaime Gil de Biedma. Poemas Póstumos. 1968

PD: pido a todo aquel que encuentre este o cualquiera de mis siguientes mensajes, tenga en consideración que debo vaciar primero una botella de bebida pirata para poder enviarlos.

3 comentarios:

Lucía dijo...

Ignatius, te devuelvo la visita. Veo que acabas de naufragar... seguiré esperando tus mensajes impaciente.

Un abrazo

Ignatius dijo...

Muchas gracias, Lucia. Hace mucha ilusión, sobre todo por ser la primera. Siempre tendrás la sombra de un cocotero, una piña colada o un cubata de ron en esta playa.

Javier dijo...

Veo que eres "primerizo" en esto del blog, o al menos acabas de comenzar esta travesía.

Que los vientos te sean favorables.

También te he contestado en mi blog.

Un saludo!