sábado, 18 de octubre de 2008

Tarde de Sábado y viejas fotografias

¿Nunca te han preguntado?

-¿Qué te llevarías a una isla desierta?

Seguro que se puede hacer una lista enorme de cosas -me encanta hacer listas-, unas prácticas y otras sentimentales. En mi caso una de estas últimas son mis viejas fotos. Pocas cosas me recuerdan mejor quien soy y de donde vengo que la colección de imágenes en blanco y negro en la que aparece la juventud de mis padres y abuelos.

Esta tarde, como cada cierto tiempo, disfruto rescatando algún viejo álbum de las estanterías, repasando esas caras y sitios que muestran. Detrás de cada una de ellas hay historias y aventuras que merecen ese recuerdo.

Y es que de alguna forma, me he convertido en el guardián de la memoria familiar. De hecho, uno de mis proyectos inacabados (tengo que hacerme una lista de esto) es escanear todas ellas y preparar una copia a mis hermanas y primos. ¿La semana que viene?

PD: La foto de mi perfil es una de estas "viejas fotos". A lo mejor algún día cuento esa historia.

4 comentarios:

Lucía dijo...

Lo de las fotos y eso, está muy bien, pero... ¿qué te llevarías a una isla desierta?

Lucía dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lucía dijo...

¿Hoy no toca miércoles musical o qué? Con lo dispuesta que venía yo hoy a llamarte cursi... :)

Un besín

Ignatius dijo...

Ufff, podría hacer una lista enorme, posiblemente el adjetivo "desierta" ya no iría bien a la isla.

De momento te digo lo que me he traído a esta desde la que escribo: Cosas útiles como conexión inalámbrica, un aerogenerador, (que el ordenador no va a pedales) y una buena hamaca (el descanso es primordial), otras más emotivas, como mis fotos o algunos libros (todo un clásico)

La isla está bien surtida en lo que a comida y bebida se refiere(gracias por el ron, Caballero de Hadoque), por lo que no ha sido necesario traer víveres.

Le propuse a más de una mujer que me acompañara, pero no encontré a ninguna lo suficientemente valiente para hacerlo (creí que no podría sobrevivir así, pero de momento sigo aquí, imaginación y amor propio supongo)

ah....fundamental, mi pequeño velero está fondeado en la cala más protegida de la isla, que una cosa es que uno se retire del mundanal ruido y otra bien distinta que nunca quiera volver.