sábado, 25 de octubre de 2008

Mientras el peregrino mundo sigue girando

Hacía tiempo que no terminaba un libro en dos tardes. Coincidencia o no, los últimos que había leído eran largos, algunos incluso complejos, lo que unido a que dedico menos tiempo del deseado a la lectura hacía que me llevara semanas acabarlos.

En este caso, al pequeño número de páginas (apenas 200) hay que sumarle que Paul Auster es posiblemente uno de los escritores que hace mas fluida la lectura de sus relatos.

Un hombre en la oscuridad es su última novela. Como suele pasarme con Auster, su narración se convierte para mi en un continuo "sube y baja", ya que construye una amalgama de historias paralelas que comienzan y acaban, en muchos casos de forma brusca cuando más interesado estás. Todo ello ocurre dentro de un relato principal que puede parecer el más sencillo y anodino de todos, pero que suele tener un desenlace demoledor, casi brutal.

Si alguien me pregunta diría que es una novela sobre el sufrimiento, sobre el dolor por los seres queridos y perdidos, pero que contiene las claves para superarlo, con el convencimiento de que el peregrino mundo, ese mundo tan horrible a veces, sigue girando.

2 comentarios:

ITACA dijo...

Por lo que cuentas es Auster en estado puro, como sólo él es capaz de captar la atención del lector

Ignatius dijo...

Si, hay quien ha dicho que ha recuperado la senda. En mi opinión, nunca lla perdió, aunque trabajos como "viajes por el scriptorium" no estuvieran al nivel de sus mejores novelas.